Servicio correcto de la cerveza
En primer lugar la copa, jarra o vaso deben ser de cristal transparente. Con una impoluta limpieza, sin restos de detergentes ni grasas de ningún tipo. Preferiblemente humedecidos con agua.
La espuma es consustancial a la cerveza estabilizada; una fermentación completa descompone los azúcares y el almidón en alcohol y gas carbónico, y éste al desprenderse, forma espuma.
La función de la espuma no es meramente estética. Protege al líquido de la oxidación, ayudando a resaltar y retener aromas y gusto. Pero no hay que obsesionarse con la formación de espuma: nace, vive y muere rápidamente.
Los factores que influyen en la formación de la espuma son variados. Desde la calidad del agua utilizada, la proporción de flores de lúpulo, el tipo de fermentación, la temperatura de la cerveza y del vaso (desaconsejamos el vaso helado en verano, pese a que nos encante porque sólo añade más agua) y la manera en que hacemos el vertido.
El vaso o la copa deben presentar una inclinación de unos 45 grados, según los puristas. Nosotros recomendamos servir nuestras Galanas como si fueran agua, de esta forma hemos observado que la espuma es mas densa.
La temperatura ideal de consumo de las cervezas artesanales Galana es entre 8 y 12 grados para poder apreciar correctamente todas sus propiedades.
Al no estar pasteurizadas ni filtradas podemos dejar el poso de levaduras o removerlo.